domingo, 13 de marzo de 2011

RACIONALISMO


Se ha criticado el idealismo subyacente a los postulados racionalistas, acusándolo de "petrificar" y "falsificar" la realidad en detrimento de "lo vital". Pese a ello, su mérito consistió en liberar e higienizar a la razón de todos los prejuicios heredados.


Si en el lenguaje ordinario se denomina racionalista a aquella persona que rehuye de toda creencia infundada o superstición y que no reconoce más evidencia que la aportada por la sola luz de la razón, en el contexto de la filosofía este término hace relación a una particular corriente filosófica surgida en el siglo XVII de manos de René Descartes (La Haye, Francia, 1596-1650) y cuyos máximos exponentes fueron Baruch Spinoza (Amsterdam, 1632-1677) y G. Wilhelm Leibniz (Leipzig, 1646-1716).

Tradicionalmente se suele contraponer el racionalismo a otro movimiento aparecido paralelamente en Inglaterra, el empirismo de Locke, Berkeley y Hume, aunque ambas corrientes mantienen ciertos rasgos generales propios de la modernidad a la que representan.

Rasgos epocales de la filosofía racionalista
Cabría destacar en primer lugar, la primacía otorgada al problema del conocimiento. Efectivamente, los filósofos modernos se caracterizan por anteponer la gnoseología a toda otra cuestión, gnoseología que posee un carácter genético, es decir, se investiga el origen, la génesis de los procesos de conocimiento, cuyo valor de verdad o falsedad es determinado con posterioridad a su origen.

La segunda característica que comparten las corrientes filosóficas de la modernidad consiste en la asunción de una postura claramente subjetivista. El hombre se encuentra imposibilitado para conocer directamente la realidad, las cosas en sí, tal y como son. Perdida la ingenuidad de un realismo goseológico, se hace necesario reorientar la pregunta acerca de lo real: ¿Conocemos las cosas tal y como son o son las cosas tal y como las conocemos?. La realidad ha dejado de ser evidente, porque no puede ser conocida más que mediatamente, a partir de nuestras ideas o representaciones mentales, esto es: a partir del propio sujeto cognoscente y no del mundo en sí.

Racionalistas y empiristas tendrán que enfrentarse antes que nada con la cuestión del sujeto como origen de todo conocimiento acerca de lo real y con la cuestión de las posibilidades y límites de tal conocimiento. Lo obvio es el sujeto que conoce, a partir del cual se construye lo real, el mundo "extramental":

Subjetivismo y gnoseología tienen como consecuencia inmediata la importancia otorgada a la investigación sobre el método. Se tiene conciencia de una ruptura con el Renacimiento y la seguridad de que se está haciendo y estrenando un nuevo saber. De la preocupación fundamentalmente filológica de los renacentistas, de su revolución orientada hacia el pasado, se pasa a una revolución que, desde el presente, se ordena hacia el futuro desde una perspectiva optimista de progreso.

El paulatino despegue de las ciencias particulares, favorecido por la independencia gradual de toda investigación respecto a los dogmas de la religión y la tradición hacía necesaria la investigación de un método que desechara todo aquello que no pudiera diferenciarse rigurosamente ni de lo verdadero ni de lo falso. El ámbito de la conjetura, de lo probable no puede mantenerse si lo que se pretende es construir una ciencia cuya característica fundamental sea la certeza, su absoluta indubitabilidad. Por eso, la preocupación por establecer un método seguro y riguroso fue uno de los intereses primordiales de esta época.

Características fundamentales de la filosofía racionalista

1. Plena confianza en la razón humana

Los filósofos racionalistas le otorgan un valor extremo a la razón entendida como la única facultad susceptible de alcanzar la verdad. La oposición típica en la Edad Media entre razón y fe (Revelación) o entre filosofía y religión, es sustituida ahora por la contraposición entre las verdades racionales frente a los engaños o ilusiones de los sentidos. Razón se opone a sensibilidad, experiencia, conocimiento sensoperceptual, no a fe.

2. Existencia de ideas innatas

Siguiendo la tradición abierta por Platón, para el cual el conocimiento verdadero podía ser alcanzado a través del recuerdo, al estar las Ideas de algún modo "presentes" en el alma humana, los racionalistas afirman que la conciencia posee ciertos contenidos o ideas en las que se encuentra asentada la verdad. La mente humana no es un receptáculo vacío, ni una "tabla rasa" como defendieron los empiristas, sino que posee naturalmente un número determinado de ideas innatas o naturalezas simples (como las denomina Descartes) a partir de las cuales se vertebra y fundamenta deductivamente todo el edificio del conocimiento. La característica fundamental de tales ideas es su simplicidad, claridad y distinción, es decir, la evidencia. En Descartes las ideas innatas y en particular la idea de Dios garantizan y son los pilares desde los que reconstruir con plena certeza todos los saberes, desde la física hasta la metafísica. En Leibniz, por ejemplo, las mónadas contienen ("como semillas") una perspectiva parcial de la totalidad del universo, son un microcosmos en el que se refleja el macrocosmos.

3. Adopción de un método de carácter matemático

Todos los racionalistas tomaron como modelo el método utilizado por la matemática y la geometría: Descartes lo desarrolló en su obra Reglas para la dirección del espíritu; Spinoza en el Tratado de la reforma del entendimiento y Leibniz en su De Arte combinatoria, que estaba inspirado en Ramón Llull.

La utilidad del método estriba no sólo en escapar del error, sino que persigue una intención clara: la unificación de las ciencias e incluso la creación de una "Mathesis Universalis" o ciencia cierta de carácter universal que pudiera utilizar un lenguaje simbólico matemático con el que analizar y reducir a lo simple (y cierto) toda proposición compleja de la ciencia.

En las Regulae ad directionem ingenii (Regla IV) define Descartes el método de la siguiente manera:
"Así pues, entiendo por método reglas ciertas y fáciles, mediante las cuales, el que las observe exactamente no tomará nunca nada falso por verdadero, y, no empleando inútilmente ningún esfuerzo de la mente, sino aumentando gradualmente su ciencia, llegará al conocimiento verdadero de todo aquello de que es capaz."

El método es una propedeútica: sana, cura el entendimiento y lo orienta a la conquista de la verdad, reduciendo toda cuestión compleja a elementos simples, claros y distintos (evidentes) que son conocidos mediante una intuición intelectual, despojada de toda sensibilidad e independiente del ámbito de la experiencia (a priori).

4. Metafísica basada en la idea de substancia

La metafísica racionalista desvía la atención del ser (to ón) a la substancia (substantia) y adelgaza la división categorial de Aristóteles a tres únicos fundamentos: substancia, atributos (esencia o naturaleza de la substancia) y modos (cualificaciones, afecciones y variaciones de la substancia).

Por substancia entienden los racionalistas "aquello que existe de tal manera que no necesita de ninguna otra cosa para existir" (Descartes). Ahora bien, no todos estos filósofos admitieron el mismo número de ellas ni le otorgaron las mismas características. Descartes afirmó la existencia de tres substancias distintas (res infinita o Dios, res cogitans o pensamiento y res extensa o substancias corpóreas), lo cual le condujo al establecimiento de un acusado dualismo que escindió la realidad en dos ámbitos heterogéneos (lo corporal o material y lo espiritual) irreconciliables entre sí y regidos por leyes absolutamente divergentes (leyes mecánicas para el mundo físico).

Spinoza afirmó la existencia de una única substancia, "Deus sive substancia, sive natura", que le hizo desembocar en una postura panteísta: pensamiento y extensión son atributos de Dios, única substancia existente, por lo que tanto el pensamiento (alma) como las cosas materiales no pueden ser consideradas sino como sus modos, no como entidades independientemente existentes.

Leibniz, sin embargo, adoptó un pluralismo metafísico que afirmaba la existencia de infinitas substancias simples o mónadas caracterizadas por ser inextensas,, simples, impenetrables y dotadas de percepción y apetición. La mónada es una cierta energía, fuerza o entelequia (alma) que sigue el orden inexorable de una armonía preestablecida por Dios.

5. El mecanicismo

Aunque no fue adoptado por todos los racionalistas (Leibniz, por ejemplo), el mecanicismo fue el paradigma científico predilecto para la mayoría de ellos. Según éste, el mundo es concebido como una máquina, despojada de toda finalidad o causalidad que vaya más allá de la pura eficiencia: todo se explica por choques de materia en el espacio (lleno) y no existen fuerzas ocultas o acciones "a distancia". El mundo es como un gigante mecanismo cuantitativamente analizable.

Adriana Trujillo.
17863740
CRF.

EMPIRISMO


Se conoce como empirismo la doctrina filosófica que se desarrolla en Inglaterra en parte del siglo XVII y el siglo XVIII, y que considera la experiencia como la única fuente válida de conocimiento, mientras que niega la posibilidad de ideas espontáneas o del pensamiento a priori.. Sólo el conocimiento sensible nos pone en contacto con la realidad. Teniendo en cuenta esta característica, los empiristas toman las ciencias naturales como el tipo ideal de ciencia, ya que se basa en hechos observables.

Para esta doctrina, el origen de nuestros conocimientos no está en la razón, sino en la experiencia, ya que todo el contenido del pensamiento ha tenido que pasar primero por los sentidos.

"Nuestra mente es un papel en blanco y sólo al contacto de los sentidos con las cosas empieza a grabar impresiones".

No es nada fácil distinguir el empirismo del escepticismo, ya que sus fronteras son comunes. El más exigente de los empiristas modernos, David Hume, se declara escéptico.

"Para el empirismo, la tesis del racionalismo, de que existen ideas innatas, es totalmente inexacta". Pues si fuera así no tendría ninguna razón de ser el aprendizaje, y todas las personas estaríamos de acuerdo en las mismas verdades.

El empirismo "simultáneamente intenta reducir la razón a la sensibilidad y demostrar que el conocimiento sensible es el único conocimiento válido."

Una de las actitudes que mantienen los empiristas, a pesar de sus diferencias en cada autor, es insistir en los hechos, en oposición a las utopías teóricas, así como a las fantasías y a las interpretaciones especulativas.

Por parte del empirismo, el progreso ha consistido en ampliar y profundizar su base hasta encontrar en algunas experiencias una forma de llegar a la metafísica. El extremo opuesto al empirismo es el racionalismo, que cifra todo conocimiento en el puro pensar.

Representantes

1. Tomas Hobbes
De origen inglés, nacido en 1588, hijo de un pastor rural. Estudia en Oxford y allí conoce la
filosofía escolástica, que no logra interesarle. Su estadía en París, así como su contacto con varias personalidades filosóficas y científicas fueron decisivas para la formación de sus ideas filosóficas. Fue secretario de Bacon y testigo de la revolución y la restauración de su patria. Murió en 1679.

Sus obras las escribió en latín y en inglés. De manera especial: De corpore, De homine, De cive, y el Leviatán, su obra cumbre, en la cual sostiene en filosofía el materialismo y el empirismo, en moral el utilitarismo y el despotismo en la política.

Su pensamiento
Según Hobbes, hay dos clases de conocimiento: el conocimiento de hecho, que n o es sino "sentidos y memoria" y el conocimiento de la consecuencia que va de una afirmación a otra que es propiamente ciencia.

El conocimiento para Hobbes "se funda en la experiencia, y su interés es la
instrucción del hombre para la práctica." Su filosofía es empirista porque parte de los fenómenos tal y cual como son aprehendidos por los órganos de los sentidos.

"También en la antropología de Hobbes domina el materialismo. El hombre es cuerpo; entendimiento y razón no rebosan el sentido y, por tanto, entre hombre y animal sólo hay diferencia de grado." (Ver, en Biografías: Hobbes, Tomas)

2. John Locke
Filósofo inglés, nace cerca de Bristol en 1632 y muere en 1704. Estudió en Oxford filosofía, medicina y ciencias naturales. Conoció la filosofía de Descartes. Intervino en la política de su país.

Al contacto con la escolástica en Oxford, al igual que Hobbes, no demuestra ningún interés por ella.

Emigró durante el reinado de Jacobo I, y participó luego en la segunda revolución inglesa de 1688 [...] El empirismo encontró en él su expositor más hábil y afortunado, y por su conducto dominó en el pensamiento del siglo XVIII.

La obra más importante de Locke es "El ensayo sobre el entendimiento humano", publicada en 1690. Escribió también obras de política, "Tratado sobre el gobierno civil", "Cartas sobre la tolerancia", y algunos pensamientos sobre la educación.

Para Locke, el origen del conocimiento es la experiencia. Sobre ello, afirma: "Todo cuanto la mente percibe en sí misma o es objeto inmediato de percepción, de pensamiento o de entendimiento; a todo esto lo llamo idea." Para él, idea es todo aquello que "pienso y percibo" o lo que en nuestra época llamamos vivencia.

La percepción puede ser de dos clases: "Percepción externa mediante los sentidos o sensaciones, y percepción interna de estados síquicos o reflexión." Estas dos operan juntas.

También hay dos clases de ideas: simples y compuestas. Las simples llegan directas de un solo sentido o de varios al mismo tiempo, así como pueden llegar tanto de la sensación como de la reflexión, o juntas. Las ideas complejas son el resultado de la actividad de la mente. Las ideas simples dejan huella en la mente, es ésta la razón por la cual no pueden cambiarse. Las ideas complejas están fundadas en la memoria.

"El empirismo de Locke limita la posibilidad de conocer, especialmente en lo que se refiere a la metafísica. Con él empieza esta desconfianza en la facultad cognoscitiva, que culminará en el escepticismo de Hume y obligará a Kant a plantear de un modo central el problema de la validez y posibilidad de un conocimiento racional."

Algunos filósofos han dicho que existen ciertos conocimientos en forma innata; es decir, que están en nuestra mente y no son fruto de la experiencia. Pero, según Locke, esto es una gran falsedad porque todo conocimiento se adquiere a través del uso de las facultades naturales. (Ver, en Biografías: Locke, John)

3. George Berkeley
Nació en las cercanías de Kilkenny (Irlanda), en 1685. Cursó sus primeros estudios en su tierra natal, más tarde vino a América con el propósito de fundar un colegio misionero en las Islas Bermudas. Cuando regresó a Irlanda fue consagrado obispo anglicano de Cloyne en 1734; desempeñó su cargo hasta que renunció a él en 1752, retirándose a Oxford, donde murió al año siguiente. Fue enterrado en esta ciudad, en la Catedral de Christ Church.

Sus obras principales son: "Nuevos ensayos de una teoría de la visión", "Tres diálogos entre Hylas y Filonús", "Principios del conocimiento humano", "Siris".

Su pensamiento
Berkeley parte de la doctrina establecida por Locke. No cree en las ideas generales, tampoco existe para él la materia. Aduce que "todo el mundo material es sólo representación o percepción mía. Sólo existe el yo espiritual, del que tenemos una certeza intuitiva".

La filosofía de Berkeley es sorprendente en el sentido de que una formulación abreviada de la misma la hace aparecer tan alejada de la concepción del mundo del hombre corriente, que atrae inevitablemente la atención.

Los objetos, según Berkeley, del conocimiento humano son o ideas impresas realmente en los sentidos, o bien percibidas mediante atención a las pasiones y a la operaciones de la mente o, finalmente, ideas formadas con ayuda de la imaginación y de la memoria.

4. David Hume
Nació en Edimburgo (Escocia) en 1711. Hijo de un terrateniente. En su juventud se dedicó al comercio, pero luego se dedica a las letras y a la filosofía. A los veintitrés años escribe su primer trabajo filosófico. Murió en 1776.

Sus obras más importante son: "Tratado de la naturaleza humana", "Investigación sobre el entendimiento humano", "Investigación sobre los principios de la moral".

Su pensamiento
El punto clave del pensamiento de Hume reside en su teoría de la asociación de las ideas. Es Hume quien lleva a sus últimas consecuencias la dirección empirista iniciada con Bacon. Para él las ideas son copias borrosas y sin viveza de las impresiones directas.

Según Hume, tanto la percepción como la reflexión nos aportan una serie de elementos que atribuimos a la sustancia como soporte de ellos. Pero no limita su crítica a las sustancias materiales sino al propio yo.

Para Hume, el conocimiento no puede llegar a alcanzar una verdad metafísica. Tampoco acepta que existan ideas innatas, ya que todos los contenidos de la conciencia provienen de la experiencia.

Discusiones sobre el empirismo

Sobre el argumento de Locke contra las ideas innatas, nos deberíamos preguntar, ¿qué valor tienen los argumentos de Berkeley? Es posible que éste no haya conseguido nunca formar una idea abstracta o que ni siquiera la hubiera conseguido, y que simplemente se haya quedado en el mero plano de la imaginación.

Hume tiene razón al sostener que el principio de causalidad no se puede reducir al principio de identidad.

Sin duda alguna, hay en el empirismo una verdad importante, que le brinda las fuerzas necesarias para poder resistir los ataques del racionalismo y es que afirma que el espíritu humano no tiene ideas innatas y que la experiencia es indispensable.

De otra parte, se considera que el defecto esencial del empirismo es el privar al hombre de inteligencia y de razón, limitando todo el conocimiento a los meros objetos concretos de la experiencia. "En esto es infiel a los datos más claros de la experiencia. Pues es un hecho que el hombre es capaz de pensar las esencias abstractas de lo sensible, de comprender que son cosas que ve."

El empirismo lo único que ve en el conocimiento es el papel del objeto, y se resiste a reconocer en el sujeto que es también esencial.

"Se ha indicado a veces que para los empiristas modernos, los empiristas ingleses, la mente es como una especie de receptáculo, en el cual imprimen sus huellas las impresiones procedentes del mundo externo."

Empirismo lógico
Se considera al empirismo lógico como la corriente más influyente, ya que es ésta la continuación del positivismo. El empirismo lógico está bastante influido por la tradición filosófica inglesa del nominalismo y del empirismo.

El empirismo lógico da un paso de mucha importancia, al reconocer juicios como 3+2= 5, que no se derivan de la experiencia. "Se llama empirismo lógico porque presta gran atención a la lógica y a la matemática".

Actualidad del pensamiento

La diferencia más relevante entre las grandes corrientes filosóficas y los métodos de conocimiento estriba en la importancia o no que le dan a lo físico, o en su contraposición, a lo racional.

El empirismo, o conocimiento como fruto de la experiencia, abre las posibilidades para que el hombre se convierta en autodidacto de su propia vida. El hombre que experimenta es un hombre que conoce, que despeja interrogantes, que descubre el mundo. Cifrar toda la existencia en las experiencia vividas lleva, en gran medida, a desconocer la historia y los planteamientos hechos hasta el momento, porque así se tengan por establecidas cosas que pudieron ser fruto de la experiencia, se puede concluir que lo vivieron otros hombres en otra época, en circunstancias distintas, y hoy se puede experimentar de manera diferente y llegar a otras conclusiones.

El empirismo derriba con facilidad conceptos, visiones doctrinales, religiosas y teóricas, reduciéndolas a nada, porque no son fruto de las sensaciones.

El hombre de hoy definitivamente es muy empirista, y esto lo ha llevado a sentirse protagonista de su propia historia, a descubrirse capaz, a valorarse y a creerse. El poder experimentar y descubrir el mundo a través de los sentidos es mucho más llamativo que hacerlo a través de lo que la tradición ha enseñado.

El empirismo acaba con las prohibiciones, los dogmas, los métodos científicos preestablecidos y se reafirma en la persona como sujeto capaz del conocimiento.

Esta corriente de pensamiento ha repercutido a nivel social de manera muy trascendente y sentida. De manera positiva ha valorado las culturas y las ha hecho capaces de la universalidad, ha dimensionado al hombre, no por parámetros intelectuales sino por criterios de observación y percepción. Recategoriza al hombre haciéndolo más estético, dinámico, inquieto, pero también puede hacerlo omnipotente, desconocedor de Dios, de lo espiritual y lo metafísico.

La ciencia misma, que sólo da como válido lo que es producto experimentado y comprobado, hace que lo que no corresponda a otros patrones, aunque también se sitúe en el campo científico, no sea tan valorado y tenido en cuenta. El empirismo ha sabido ganarse el espacio y cuenta con elementos muy convincentes para seguir siendo motivo válido de especulación y conocimiento.

Adriana Trujillo.
17863740.
CRF

EMPIRISMO: LOCKE (1632-1704)


"Puesto que mi intención es investigar los orígenes, alcance y certidumbre del entendimiento humano, junto con los fundamentos y grados de creencias, opiniones y sentimientos, no entraré aquí en consideraciones físicas de la mente, ni me ocuparé de examinar en qué puede consistir su esencia, o por qué alteraciones de nuestros espíritus o de nuestros cuerpos llegamos a tener sensaciones en nuestros órganos, o ideas en nuestros entendimientos, ni tampoco si en su formación esas ideas dependen, o no, algunas o todas, de la materia Ensayo" Locke.
La teoría del conocimiento se convierte con Locke en una rama independiente de la filosofía. Su método es, lo que el denomina "método histórico", o un análisis descriptivo de lo que hay en la mente, semejante a la enumeración y clasificación que podría hacer un biólogo. El cometido de este análisis será el de comprender en alcance de nuestro concimiento. Efectivamente, a diferencia de la posición racionalista, Locke partirá de la convicción respecto a la limitación del conocimiento humano. Esto no implica que no deba confiarse en la capacidad cognitiva del hombre, sino tan solo, limitar las pretenciones de conocimiento universal.


¿De dónde proceden las ideas?
Toda idea procede de la experiencia. A propósito de este tópico, debemos señalar que Locke distingue dos clases experiencias:

1. Experiencia externa: las ideas del hombre surgen cuando este tiene las primeras sensaciones que provienen de la experiencia externa.

2. Experiencia interna: cuando la mente reflexiona sobre las sensaciones derivadas de la experiencia externa (recuerdo, raciocionio) se produce la experiencia interna generando las ideas de reflexión.

Ambos tipos de ideas son consideradas por Locke como ideas simples porque son producidas por la experiencia directa. Cuando la mente las recibe, se comporta pasivamente, pero luego, estas ideas se transforman en nuevas ideas, la mente se activa y las combina hasta elaborar ideas complejas las cuales no son otra cosa que combinaciones de ideas simples.

Surgen así, tres cateorías de ideas complejas:
1. Modos o propiedades
2. Substancias o soportes de los modos y
3. Relaciones

Las ideas son signos de las cosas en en sentido en que son últiles para comunicar ideas los demás. Al parecer, Locke consideraba que las ideas eran independientes de las palabras puesto que sostenía que se pueden tener ideas y pensar sin necesidad de palabras.

Realismo crítico
Locke define el conocimiento no en relación a la experiencia sino como "la percepción del acuerdo y la conexión -o el desacuerdo y rechazo- entre cualquiera de nuestras ideas".

El acuerdo entre ideas puede ser:
1. Identidad o diversidad
2. Relación
3. Coexistencia o conexión necesaria
4. Existencia real: La postura de Locke podría definirse como un realismo crítico porque si bien conocemos las ideas y no las cosas, no pone en duda la existencia del mundo real.

Este acuerdo puede ser percibido por:
1. Intuición (inmediatamente)
2. Demostración (mediatamente)
3. Sensación

En síntesis, esta jerarquización del conocimiento, acerca a Locke al racionalismo: el conocimiento intuitivo es el más perfecto mientras que el sensible es el menos seguro.

Del absolutimo al liberalismo
Es interesante observar que, habiendo sido Locke el principal teórico del absolutismo, utilizando los mismos elementos conceptuales: derecho, ley natural, contrato y es tado de naturaleza, cuarenta años después (en el contexto de la segunda revolución inglesa) se transforma en el ideólogo del liberalismo político.

En efecto, en sus escritos de juventud, Locke identifica a la ley de la nturaleza con la ley divina por lo que todo poder deriva de Dios, en este sentido, el rol de la razon es únicamente el de saber interpretar la ley natural y elegir al gobernante. Pero en los dos Tratados sobre el gobierno civil, la ley de la naturaleza coincide con la razón y el poder del contrato social.

Principales ideas del pensamiento político de Locke
1. En el estado de naturaleza los hombres son libres, iguales e independientes, pero existe derecho de propiedad que halla su fundamento en el trabajo y la ley de la naturaleza impone el respeto mutuo. (No existe guerra de todos contra todos)

2. A través de un contrato se crea el Estado. Esto saca a lo hombres del estado de naturaleza y los ubica dentro de una sociedad civil. Locke propone también la separación de poderes, estableciendo la dualidad monarca-parlamento. Con ello se pretende limitar el poder del rey y proteger la libertad de los individuos.

3. Locke defiende la libertad de pensamiento. La tolerancia implica libertad en la medida que no perjudique a los demás. Propone también una sepración entre lo temporal y lo espiritual.


Adriana Trujillo.
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El EMPIRISMO: HOBBES (1588-1679)


¿Racionalista o empirista?
Aunque se lo suele considerar a Hobbes dentro del grupo del empirismo inglés (desde Bacon a Hume, exceptuando Beckerley) el método que propone es racionalista (método de Padua): "resolución y composición", que utilizaran Galileo y Descartes.

Tal vez inspirándose en Euclides y en los estudios de biologia de de Harvey utilizará el método de un modo particular. El análisis le permite descubrir las partes que componen el objeto a estudiar, de modo tal que esas partes son causas que en síntesis componen el todo. Se trata pués de un método genético, puesto que explica cómo el todo se genera mediante sus componentes.

El método justificará para Hobbes la exlusión de toda teología de la filosofía, pues al no ser Dios algo compuesto ni engendrado, queda fuera del campo de estudio.

De corpore y De homine
Hobbes defiende un concepción materialista en tanto que solo los cuerpos son generables y por lo tanto solo ellos son objetos posibles para la razón. Ya que todo lo que existe es corpóreo, porque solo es real lo que puede actuar o sufrir la acción de otro. Incluso hasta Dios, debe ser corpóreo. Se advierte aquí un mecanicismo cerrado en tanto que todo se explica a partir de la extensión y el movimiento y determinista puesto que todo cuando sucede se debe a una necesidad absoluta.

La física de Hobbes será matemático-deductiva prescindiendo de la experiencia, aunque, lo que pretende es solamente una explicación probable.


Sobre el Estado
"La Naturaleza (Arte con el cual Dios ha hecho y gobierna el mundo) es imitada por el Arte del hombre en muchas cosas y, entre otras, en la producción de un aminal artificial. Pues viendo que la vida no es sino un movimiento de miembros, cuyo origen se encuentra en alguna parte principal de ellos ¿por qué no podríamos decir que todos los atomátas (artefactos movidos por sí mismos mediante muelles y ruedas como un reloj) tienen vida artificial? Pues, qué es el corazón sino un muelle? ¿Y qué es un nervio sino otras tantas cuerdas? (...) Pero el Arte va aún más lejos, limitando la obra más racional y excelente de la Naturaleza que es el hombre. Pues mediante el Arte se crea ese gran Levitán que se llama una república o Estado, y que no es sino un hombre artificial, aunque de estatura y fuerzas superiores a las del natural, pra cuya defensa y protección fue pensado" Levitán, Hobbes

La preocupación de Hobbes por el Estado, se halla influída por los acontecimientos que desencadenaron la revolución puritana de 1642. Efectivamente, el objetivo de Hobbes fue el de defender la necesaidad de una autoridad absoluta mientras demuestra a los puritanos que toda ley es neceasriamente justa en tanto que emana de la autoridad y que por lo tanto nadie puede estar oblidado a decesobedecerla a conciencia.

"La soberenaía es un alma artificial que da fuerza y movimiento al cuerpo entero, los magistrados y otros funcionarios de judicatura y ejecución, son las articulaciones" Levitán, Hobbes


El contrato social
"Así como el rejo, o en cualquier otro diminuto artefacto, la materia, la forma y el movimiento de las ruedas solo pueden ser bien conocidos si se les descompone en sus partes y se examina cada una de ellas, para proceder a un estudio más minucioso de los Estados y de los deberes de los súbditos es necesario no descomponerlos, sino considerarlos como si ya estuvieran descompuestos"

Hobbes estudiará así los componentes de la sociedad y luego la sociedad recompuesta en el Estado.

Comienza considerando una situación hipotética, la de los hombres en estado de "naturaleza", la cual (de haber existido) habría reunido las siguientes características:

1. Todos los hombres son iguales y no tienen necesidad alguna de "estar juntos" (igualitarismo y no-sociabilidad natural).

2. Todo hombre tiene derecho a todo, sin limitación alguna (el derecho natural, coincide con el poder)

3. Movidos por la competencia, la inseguirdad y la gloria, viven en guerra permanente.

4. Consecuentemente no es posible la seguridad, ni la industria, ni la agricultura (situación pre-cultural)

5. Al no haber aún ley, no existe la injusticia.

Consecuentemente, si el poder está repartido por igual, sobreviene el caos y la guerra.

El Estado, genera un contrato. Si el "derecho natural" supone una libertad absoluta, las leyes, imponen obligaciones:

1. La primera ley, impone buscar la paz y seguirla.

2. La segunda ley, renunciar al derecho natural y a la libertad en favor de la paz, en la medida en que los otros hombres están también dispuestos.

3. La tercera ley, obliga a respetar los pactos establecidos

Ahora bien, Hobbes señala que las leyes no bastan para garantizar la pz, es necesario otortar todo el poder a un hombre o asamblea de hombres que puedan reducir todas las voluntades a una sola voluntad. Entonces, se etablece el contrato social que origina al Estado: "es una verdadera unidad de todos los hombres en una idéntida persona, hecha por pacto de cada hombre con cada hombre" Levitan, Hobbes.

En principio, la teoría del contrato social se refiere únicamente al origen del poder, no a la forma de gobierno, y su intención es reemplazar la doctrina medieval de orgien divino del poder para otrogarle una fundamentación popular, aunque no necesariamente supone una defensa de la democracia, en efecto, a través de ella, Hobbes justifica el absolutismo y niega la conveniencia de repartir los poderes. Por otra parte, el pacto se realiza entre los súbditos y no entre los súbditos y el soberano y supone una cesión irrevocable de derechos.


Adriana Trujillo
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LA FILOSOFÍA ANALÍTICA


La filosofía analítica

Se enmarcan bajo la etiqueta de "filosofía analítica" un conjunto amplio de diversas escuelas con algunos puntos en común. Como consecuencia del nazismo, muchos grupos germanos se vieron obligados a emigrar de sus países de origen, por lo que el movimiento terminó concentrándose geográficamente en el mundo angloamericano. He aquí algunos de sus rasgos predominantes:


Empirismo y positivismo

La crítica al idealismo condujo a la recuperación de la tradición filosófica inglesa: el empirismo y paradójicamente, este retorno al empirismo se dio en la cuna del idealismo ingles: Cambridge. Otro centro de la filosofía analítica será Viena.

Al menos las dos primeras generaciones de los representantes de esta escuela, eran científicos destacados del campo de las matemáticas y la física. Consecuentemente resurge la negación del valor de la metafísica y la consideración de la ciencias naturales como únicas ciencias válidas.


El análisis del lenguaje

Si la metafísica carece de todo valor, entonces ¿cuál será el objeto de la filosofía?. La respuesta que aparece es: "el análisis del lenguaje". La comprensión de este tópico, varía de acuerdo a los pensadores y las escuelas. La filosofía analítica concibe el análisis de la siguiente manera:
► El análisis del lenguaje, sentido desde el cual difiere del empirismo ya que no se dedicarán al análisis psicológico. Se trata de un análisis orientado hacia lalingüística y las proposiciones.

► El análisis puede realizarse en una doble dirección: a través del formalismo o el análisis lógico del lenguaje científico y el "antiformalismo" o el leguaje lingüístico del lenguaje común.

La filosofía será de esta forma una actividad más no un saber sustantivo: será la actividad del análisis del lenguaje. Tal análisis tendrá como objetivo la clarificación de los conceptos filosóficos y científicos. El lenguaje no será tanto objeto de investigación (como en la filosofía del lenguaje) como el medio a través del cual ser realiza el análisis, y el análisis mostrará que la mayoría de los problemas filosóficos, no su totalidad no son sin problemas falsos creados por la naturaleza misma de lenguaje. Entonces el rechazo a la metafísica desplaza el énfasis de los límites del conocimiento (como en Hume o Kant) para suscribirse a los límites del lenguaje, en tanto las proposiciones de la metafísica carecen de significados: "sobre lo que no se puede hablar, mejor es callarse" (Wittgenstein) En esta línea, afirmará Russell, por ejemplo, que la estrucutra suejto-predicado fue la que condujo a crear la distinción filosófica de substancia-accidente, lo que equivale a caer en las "trampas" del lenguaje.


Clasificación de las corrientes
De acuerdo a la clasificación de Russell hay que distinguir tres corrientes:

1. El atomismo lógico
Esta escuela, representada por Russell, Moore y Wittgenstein, surge como una reacción contra el
idealismo de Bradley, que presuponía una lógica monista en la que cada cosa está constituida por un conjunto de relaciones "internas" que ligan a todo el Universo el cual es un "Todo interdependiente", de manera tal que no es posible conocer una cosa sin tener conocimiento de todo el universo. La propuesta de Russell se opondrá a esta visión: la lógica atomista supone que el mundo se compone de entidades independientes y aisladas, que pueden ser conocidas sin referencia al resto del universo, directamente en sí mismas. Cabe destacarse que Russell y Wittgenstein eran especialistas en lógica matemática, lógica que servirá de modelo para una nueva concepción del mundo (así como la geometría había sido el instrumento de los racionalistas, la fisica de Newton el de Hume y el evolucionismo darwiniano el de muchos pensadores de los siglos XIX y XX). En síntesis, el atomismo lógico postulará que la estructura del mundo es la de la lógica matemática.

2. El positivismo lógico
Para el positivismo lógico, no hay más que dos clases de proposiciones que poseen significado cognoscitivo: las analíticas y las sintéticas. Esta distinción no es novedosa, ya Kant y Hume habían trabajado en esta línea que implica que la verdad o la falsedad de un proposición analítica se establece a partir de su forma lógica: o es necesariamente verdadera o falsa (tautología o contradicción). En cambio, las proposiciones sintéticas requieren algún tipo de verificación al margen de los procedimientos lógicos.

Por otra parte, todas las proposiciones de la lógica y la matemática son analíticas en tanto no se refieren a los hechos del mundo real y su validez no se establece a partir de la experiencia sino a priori. Esto supone un alejamiento del empirismo de Mill y Spencer y también de Kant.

Entonces, a excepción de las proposiciones de la lógica y la matemática, todas son proposiciones son sintéticas y su significado puede ser:

►Cognoscitivo o descriptivo: información sobre "hechos"

►Emotivo: referido al plano de las emociones

De esta forma, el "el criterio empirista de significado cognoscitivo" es el procedimiento que permite determinar qué proposiciones pueden ser consideradas científicas y cuales no. Es, en rigor, un instrumento de demarcación de la ciencia. Cabe aclararse que las proposiciones lógico matemáticas carecen de significado cognoscitivo, en tanto sólo son reglas de uso de los signos de la ciencia.

3. Positivismo terapéutico
Esta última corriente recibe diversas denominaciones tales como "positivismo terapéutico" o simplemente "filosofía analítica". También se la conoce por "Escuelas de Cambridge y Oxford".

En un segundo momento, Wittgenstein cambia profundamente generando una ruptura con todo lo anterior. El lenguaje deja de ser figura de los hechos admitiéndose que hay pluralidad de lenguajes cada uno de los cuales es una forma de relacionarse con el mundo, una forma de vida. Lo fundamental es que el lenguaje es una actividad y solo existe su uso. Por otra parte, su pluralidad escapa a todo intento sistematizador. Así la tarea de la filosofía deberá limitarse a la función descriptiva y normativa del lenguaje y a la función terapéutica, en su legítimo uso metafísico.


Adriana Trujillo
17863740
CRF

MOVIMIENTOS QUE MARCARON EL SIGLO XX


FENOMENOLÓGICO

La Fenomenología fue un movimiento filosófico del siglo XX que describe las estructuras de la experiencia tal y como se presentan en la conciencia, sin
recurrir a teoría, deducción o suposiciones procedentes de otras disciplinas tales como las ciencias naturales.

El fundador de la fenomenología, el filósofo alemán Edmund Husserl, introdujo este término en su libro Ideas. Introducción general a la fenomenología pura (1913). Los primeros seguidores de Husserl, como el filósofo alemán Max Scheler, influenciado por su libro anterior, Investigaciones lógicas (1900-1901), proclamaron que el cometido de la fenomenología es estudiar las esencias de las cosas y la de las emociones. Aunque Husserl nunca renunció a su interés por las
esencias, con el tiempo mantendría que sólo las esencias de ciertas estructuras conscientes particulares constituyen el objeto propio de la fenomenología. Husserl, a partir de 1910, definió la fenomenología como el estudio de las estructuras de la conciencia que capacitan al conocimiento para referirse a los objetos fuera de sí misma. Este estudio requiere reflexión sobre los contenidos de la mente para excluir todo lo demás. Husserl llamó a este tipo de reflexión `reducción fenomenológica'. Ya que la mente puede dirigirse hacia lo no existente tanto como hacia los objetos reales, Husserl advirtió que la reflexión fenomenológica no presupone que algo existe con carácter material; más bien equivale a "poner en paréntesis la existencia", es decir, dejar de lado la cuestión de la existencia real del objeto contemplado.

Lo que Husserl comprobó cuando analizaba los contenidos de la mente fue una serie de actos como el recordar, desear y percibir, e incluso el contenido abstracto de esos actos, a los que Husserl llamó `significados'. Esos significados, proclamó, permitían a un acto ser dirigido hacia un objeto bajo una apariencia concreta, y afirmó que la direccionalidad, que él llamaba "intencionalidad", era la esencia del conocimiento. La fenomenología trascendental, según Husserl, era el estudio de los componentes básicos de los significados que hacen posible la intencionalidad. Posteriormente, en Meditaciones cartesianas (1931), introdujo la fenomenología genética, a la que definió como el estudio de la formación de esos significados en el curso de la experiencia.

Todos los fenomenólogos siguieron a Husserl en el intento de utilizar descripciones puras. Así, suscribieron la frase de Husserl que conducía a aprender "las cosas mismas". Sin embargo, diferían entre sí tanto en lo referente a si la reducción fenomenológica puede ser llevada a cabo, como en lo tocante a lo que es evidente para el filósofo al dar una descripción pura de la experiencia. El filósofo alemán Martin Heidegger, colega de Husserl y su crítico más brillante, proclamó que la fenomenología debe poner de manifiesto qué hay oculto en la experiencia común diaria. Así lo mostró en El ser y el tiempo (1927) al describir lo que llamaba la `estructura de la cotidianidad', o `ser en el mundo', que pensó era un sistema interrelacionado de aptitudes, papeles sociales, proyectos e intenciones.

Para Heidegger, el individuo, y, por extensión el ser humano, es lo que uno hace en el mundo, pues una reducción fenomenológica a la experiencia privada es imposible, y como la acción humana se compone de un dominio directo de los objetos, no es necesario situar una entidad especial mental, llamada significado, para explicar la intencionalidad. Para Heidegger, la situación dentro del mundo entre las cosas en el momento de realizar proyectos es un tipo de intencionalidad más trascendente y fundamentadora que el manifestando sólo con mirar o pensar sobre los objetos, y es esta intencionalidad más fundamental la que hace posible la direccionalidad analizada por Husserl desde el saber científico.

El filósofo francés Jean-Paul Sartre, uno de los principales representantes del existencialismo, trató de adaptar la fenomenología de Heidegger a la filosofía de la conciencia, recobrando de ese modo, las enseñanzas de Husserl. Coincidió con éste en que el conocimiento está siempre orientado hacia los objetos, pero criticó su afirmación de que tal direccionalidad fuera posible sólo por medio de entidades mentales peculiares llamadas significados. Otro filósofo francés, Maurice Merleau-Ponty rechazó la idea de Sartre de que la descripción fenomenológica revelara que los seres humanos son puros, aislados y con una conciencia libre. Recalcó el papel de un cuerpo activo y comprometido en todo el conocimiento humano, y por esta vía amplió las nociones de Heidegger destinadas a incluir en la fenomenología el análisis de la percepción. Como Heidegger y Sartre, Merleau-Ponty es un fenomenólogo existencial que niega la posibilidad de situar la experiencia del hombre entre paréntesis o en suspenso respecto a la conciencia del ser.

La fenomenología ha tenido una influencia creciente sobre el pensamiento del siglo XX. Se han desarrollado interpretaciones fenomenológicas de teología, sociología, psicología, psiquiatría y crítica literaria, y la fenomenología sigue siendo una de las escuelas más importantes de la filosofía actual.

EL PSICOANÁLISIS

Las técnicas del psicoanálisis y gran parte de la teoría psicoanalítica basada en su aplicación fueron desarrolladas por el neurólogo austriaco Sigmund Freud. Sus trabajos sobre la estructura y el funcionamiento de la mente humana tuvieron un gran alcance, tanto en el ámbito científico como en el de la práctica clínica.

La primera de las aportaciones de Freud fue el descubrimiento de la existencia de procesos
psíquicos inconscientes ordenados según leyes propias, distintas a las que gobiernan la experiencia consciente. En el ámbito inconsciente, pensamientos y sentimientos que se daban unidos se dividen o desplazan fuera de su contexto original; dos imágenes o ideas dispares pueden ser reunidas (condensadas) en una sola; los pensamientos pueden ser dramatizados formando imágenes, en vez de expresarse como conceptos abstractos, y ciertos objetos pueden ser sustituidos y representados simbólicamente por imágenes de otros, aun cuando el parecido entre el símbolo y lo simbolizado sea vago, o explicarse sólo por su coexistencia en momentos alejados del presente. Las leyes de la lógica, básicas en el pensamiento consciente, dejan de ejercer su dominio en el inconsciente.

Comprender cómo funcionan los procesos mentales inconscientes hizo posible la comprensión de fenómenos psíquicos previamente incomprensibles, como los sueños. A través del análisis de los procesos inconscientes, Freud vio que este estado servía para proteger el sueño (el reposo) del individuo contra los elementos perturbadores procedentes de deseos reprimidos, relacionados con las primeras experiencias del desarrollo que afloran en ese momento a la conciencia. Así, los deseos y pensamientos moralmente inaceptables, es decir, el `contenido latente' del sueño, se transforman en una experiencia consciente, aunque no inmediatamente comprensible, a veces absurda, denominada `contenido manifiesto'. El conocimiento de estos mecanismos inconscientes permite al analista invertir el proceso de elaboración onírica, por el que el contenido latente se transforma en el contenido manifiesto, accediendo a través de la interpretación de los sueños a su significado subyacente.

Una suposición esencial de la teoría freudiana es que los conflictos inconscientes involucran deseos y pulsiones (instintos), originadas en las primeras etapas del desarrollo. Al serle desvelados al paciente los conflictos inconscientes mediante el psicoanálisis, su mente adulta puede encontrar soluciones inaccesibles a la mente inmadura del niño que fue. Esta descripción de la función que cumplen las pulsiones básicas en la vida humana es otra de las aportaciones cruciales de la teoría freudiana.

El esfuerzo por clarificar el desconcertante número de observaciones interrelacionadas puestas a la luz por la exploración psicoanalítica, condujo al desarrollo de un modelo de estructura del sistema psíquico. Tres sistemas funcionales, o instancias, se distinguen en este modelo: el ello, el yo y el superyó.

La primera instancia se refiere a las tendencias impulsivas (entre ellas, las sexuales y las agresivas) que parten del cuerpo y tienen que ver con el deseo en un sentido primario, contrarias a los frutos de la educación y la cultura. Freud llamó a estas tendencias triebe, que literalmente significa `pulsión' pero que a menudo se traduce con impropiedad como `instinto'. Estas pulsiones exigen su inmediata satisfacción, y son experimentadas de forma placentera por el individuo, pero desconocen el principio de realidad y se atienen sólo al principio del placer (egoísta, acrítico e irracional).

Cómo conseguir en el mundo real las condiciones de satisfacción de esas pulsiones básicas es tarea de la segunda instancia, el yo, que domina funciones como la percepción, el pensamiento y el control motor, para adaptarse a las condiciones exteriores reales del mundo social y objetivo. Para desempeñar esta función adaptativa, de conservación del individuo, el yo debe ser capaz de posponer la satisfacción de las pulsiones del ello que presionan para su inmediata satisfacción, con lo que se origina la primera tensión. Para defenderse de las pulsiones inaceptables del ello, el yo desarrolla mecanismos psíquicos específicos llamados mecanismos de defensa. Los principales son: la represión —exclusión de las pulsiones de la consciencia, para arrojarlas a lo inconsciente—, la proyección —proceso de adscribir a otros los deseos que no se quieren reconocer en uno mismo— y la formación reactiva —establecimiento de un patrón o pauta de conducta contraria a una fuerte necesidad inconsciente. Tales mecanismos de defensa se disparan en cuanto la ansiedad señala el peligro de que las pulsiones inaceptables originales puedan reaparecer en la conciencia.

Una pulsión del ello llega a hacerse inadmisible, no sólo como resultado de una necesidad temporal de posponer su satisfacción hasta que las condiciones de la realidad sean más favorables, sino, sobre todo, debido a la prohibición que los otros (originalmente los padres) imponen al individuo. El conjunto de estas demandas y prohibiciones constituye el contenido principal de la tercera instancia, el superyó, cuya función es controlar al yo según las pautas morales impuestas por los padres. Si las demandas del superyó no son atendidas, la persona se sentirá culpable, culpabilidad que también se manifiesta como ansiedad y/o vergüenza.

El superyó, que según la teoría freudiana se origina en el esfuerzo de superar el complejo de Edipo, es parcialmente inconsciente, debido a que tiene una fuerza semejante (aunque de signo opuesto) a la de las pulsiones, y puede dar lugar a sentimientos de culpa que no dependan de ninguna transgresión consciente. El yo, instancia mediadora entre las demandas del ello, las exigencias del superyó y el mundo exterior, puede no tener el poder suficiente para reconciliar estas fuerzas en conflicto. Es más, el yo puede coartarse en su desarrollo al ser atrapado en sus primeros conflictos, denominados fijaciones o complejos, pudiendo volverse hacia modos de funcionamiento primarios en el desarrollo psíquico y hacia modos de satisfacción infantiles.

Piedra angular de la teoría y la práctica del psicoanálisis moderno es el concepto de ansiedad, un tipo de experiencia que implica una reacción contra ciertas situaciones peligrosas. Estas situaciones de peligro, tal como las describe Freud, son el miedo a ser abandonado, a perder el objeto amado, el miedo a la venganza y al castigo, y la posibilidad de castigo por parte del superyó. En consecuencia, los síntomas, los desórdenes de la personalidad y de los deseos, así como la propia sublimación de las pulsiones, representan compromisos, diferentes formas de adaptación que el yo intenta desarrollar con mayor o menor éxito, para reconciliar las diferentes fuerzas mentales en conflicto.

MOVIMIENTO ANALÍTICO EN OXFORD, CAMBRIDGE Y EN EEUU

Movimiento teórico aparecido en el siglo XX, dominante en Gran Bretaña y Estados Unidos desde la II Guerra Mundial, que trata de aclarar el lenguaje y analizar los conceptos expresados en él. Este movimiento ha recibido diversas designaciones, como análisis lingüístico, empirismo lógico, positivismo lógico, análisis de Cambridge y filosofía de Oxford. Las dos últimas clasificaciones se derivan de las universidades inglesas donde este método filosófico ha sido influyente de una forma especial. Aunque ninguna doctrina específica o dogma son aceptados por el movimiento como un todo, los filósofos analíticos y lingüistas están de acuerdo que la actividad propia de la filosofía es aclarar el lenguaje o, como algunos prefieren, esclarecer conceptos. El objeto de esta actividad es solucionar las disputas filosóficas y resolver los problemas filosóficos, los cuales, afirman, se originan en la confusión lingüística.


Una considerable diversidad de opiniones existe entre los filósofos analíticos y lingüistas en cuanto a la naturaleza del análisis conceptual o lingüístico. Algunos están interesados sobre todo en aclarar el significado de palabras específicas o frases como un paso esencial para hacer afirmaciones filosóficas claras y precisas. Otros están más ocupados en determinar las condiciones generales que deben darse para que una declaración lingüística tenga sentido; su propósito es establecer un criterio que diferencie entre las oraciones significativas y las absurdas. Otros analistas se interesan en crear lenguajes formales, simbólicos, que responden en su origen a una estructura matemática. Su afirmación es que la solución a los problemas filosóficos puede hacerse con mayor eficacia si son formulados en un lenguaje lógico riguroso.

Por contraste, muchos filósofos asociados al movimiento han enfocado el análisis del lenguaje común o natural. Las dificultades surgen cuando conceptos como tiempo y libertad, por ejemplo, son considerados al margen del contexto lingüístico en que suelen aparecer. La atención al lenguaje utilizado de una forma común es la clave, razonan, para resolver numerosos problemas filosóficos.

El análisis lingüístico como método de filosofía se remonta a la Grecia clásica. Algunos de los diálogos de Platón, por ejemplo, están, de una forma específica, destinados a aclarar términos y conceptos. Sin embargo este estilo de reflexionar filosóficamente ha cobrado un renovado énfasis en el siglo XX. Influenciado por la tradición empírica británica de John Locke, George Berkeley, David Hume y John Stuart Mill y por los escritos del matemático y filósofo alemán Gottlob Frege, los filósofos ingleses del siglo XX George Edward Moore y Bertrand Russell fueron los fundadores de esta tendencia analítica y lingüística contemporánea. Como compañeros en la Universidad de Cambridge, Moore y Russell rechazaron el idealismo hegeliano, como quedó expuesto de forma clara en la obra del metafísico inglés Francis Herbert Bradley, quien mantenía que nada es real por entero excepto lo absoluto. En su oposición al idealismo y en su concepción de que la atención esmerada al lenguaje es crucial en la investigación filosófica, fijaron el modo y el estilo de desarrollar la filosofía en el mundo de habla inglesa durante gran parte del siglo XX.

Para Moore, la filosofía fue el primer y principal campo de análisis. La labor del filósofo implica aclarar proposiciones complejas o conceptos por indicación de proposiciones menos complejas o conceptos, los cuales se tienen por equivalencia lógica con los originales. Una vez que esta labor ha sido completada, la verdad o falsedad de afirmaciones sobre problemas filosóficos puede ser determinada de modo más adecuado. Moore fue célebre por sus minuciosos análisis de proposiciones filosóficas enigmáticas como "el tiempo es irreal", estudios que entonces le ayudaron a determinar la verdad contenida en dichas afirmaciones.

Russell, muy influido por la precisión de las matemáticas, se interesó por el desarrollo de un lenguaje lógico ideal que reflejara de forma fiel la naturaleza del mundo. Proposiciones complejas, mantenía Russell, pueden ser resueltas gracias a sus componentes simples, que llamaba "proposiciones atómicas", últimos constituyentes del universo. El enfoque metafísico basado sobre este análisis lógico del lenguaje y la insistencia en que las proposiciones significativas deben corresponderse con hechos constituye lo que Russell llamaba "atomismo lógico". Su interés en la estructura del lenguaje también le llevó a diferenciar entre la forma gramatical de una proposición y su forma lógica. Las afirmaciones, Juan es bueno y Juan es alto tienen la misma forma gramatical pero diferente forma lógica. El fallo para reconocer esto llevaría a uno a tratar la propiedad de la bondad como si fuera una característica de Juan en el mismo modo que la propiedad altura es una característica de Juan. Tal fallo motiva la confusión filosófica.

La obra de Russell en el ámbito de las matemáticas atrajo a Cambridge al filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein, quien llegó a ser una figura central en el movimiento analítico y lingüístico. En su primera obra importante, Tractatus logico-philosophicus (Tratado de lógica filosófica, 1921), en el que presentaba su teoría del lenguaje, Wittgenstein razonaba que "toda filosofía es una crítica del lenguaje" y que "la filosofía aspira a la aclaración lógica de los pensamientos". El resultado de los análisis de Wittgenstein recordaba el atomismo lógico de Russell. El mundo, argumentaba, se compone al final de hechos simples, que es el objeto del lenguaje a representar. Para ser significativo, las afirmaciones sobre el mundo deben ser reducibles a declaraciones lingüísticas que tengan una estructura similar a los simples hechos representados. En este temprano análisis de Wittgenstein, las proposiciones que representan hechos —las proposiciones de ciencia— son consideradas significativas de una forma objetiva. Oraciones metafísicas, teológicas y éticas se juzgan como objetivamente insignificantes.

Bajo la influencia de Russell, Wittgenstein, Ernst Mach y otros, un grupo de filósofos y matemáticos vieneses, durante la década de 1920, iniciaron el movimiento conocido como positivismo lógico. Encabezado por Moritz Schlick y Rudolf Carnap, el Círculo de Viena comenzó uno de los capítulos más importantes en la historia de la filosofía analítica y lingüística. De acuerdo con el positivismo, la labor de la filosofía es la aclaración del significado, no el descubrimiento de nuevos hechos (el trabajo de la ciencia) o la elaboración de relaciones comprensivas de la realidad (el erróneo objetivo de la metafísica tradicional).

EL NEOPOSITIVISMO VIENES

El neopositivismo está representado por el neopositivismo filosófico de Russell y Wittgenstein y el Círculo de Viena y por el neopositivismo sociológico de Lundberg y posteriormente Lazarsfeld, Guttmann, Blalock, Boudon y otros. Además tiene fuerte influencia en el racionalismo crítico de Popper y Albert, entre otros.

En general, el neopositivismo presenta las siguientes características:
  • Sigue el modelo de las ciencias naturales.
  • Se inscribe en el operacionismo y en el cuantitativismo, lo cual se pone de manifiesto en el auge y perfeccionamiento de los procedimientos estadísticos, especialmente los cálculos de probabilidad.
  • Las investigaciones tienen un marcado elementarismo o atomismo (opuesto al "holismo").
  • Pretende la objetividad o sea, una ciencia Iibre de valoraciones.
Si bien deja de lado la aplicación estricta de los criterios de las ciencias físicas, el "fisicalismo" (que caracteriza al positivismo clásico), considera que el procedimiento lógico de la explicación causal debe ser el mismo en todas las ciencias.

Las concepciones evolucionistas (y organicistas) dejan de tener la importancia que se les asignaba en el positivismo clásico.

Las críticas al positivismo y neopositivismo son muy variadas. Algunas se mencionan en el apartado sobre objetividad en las ciencias sociales. Bourdieu (1978, p. 19) señala lo siguiente: el positivismo efectúa sólo una caricatura del método de las ciencias exactas, sin acceder ipso facto a una epistemología exacta de las ciencias del hombre. De hecho, el carácter subjetivo de los hechos sociales y su irreductibilidad a los métodos rigurosos de la ciencia, conforma una constante en la historia de las ideas que la crítica del positivismo mecanicista sólo reafirma (Bourdieu p. 19).

Otra crítica es formulada por Kon (p.72): Como la tarea de la ciencia se reduce a un análisis de las "manifestaciones", que siempre están en un sólo plano, desaparece así el problema del deslinde entre lo casual y lo necesario, el fenómeno y la esencia, los procesos profundos y los superficiales, etc., reduciendo la tarea de la sociología a una simple descripción del fenómeno.

En el marco de este estudio se puede agregar que el positivismo implica una marcada separación entre el sujeto (investigador) y el objeto (la realidad investigada, inclusive las personas investigadas). Por otra parte, la filosofía del positivismo induce al mantenimiento del status y a la monopolización del conocimiento por parte de una élite intelectual, mayormente al servicio de la clase dominante.

Mansilla (p. 80) dice: "Comte se interesaba por la investigación de los hechos en lugar de ilusiones trascendentes, por la certeza en lugar de la duda, por la organización en lugar de la negación y la destrucción. La teoría de Comte fue una apología ideológica de la sociedad burguesa. Aparte de ello, llevaba el germen para la justificación de un sistema autoritario. El irracionalismo que contenía y que caracterizó la posterior ideología autoritaria, inició el ocaso del liberalismo".

La ideología influye en la metodología de la investigación social, como podemos demostrar en el ejemplo del individualismo (que está fuertemente representando en muchas teorías del aprendizaje). Por ejemplo, el individualismo filosófico de René Descartes, el individualismo político de John Locke, el individualismo pedagógico de Jean Jacques Rousseau, el individualismo económico de Adam Smith.

Esta influencia se refleja todavía en la preponderancia del empleo del método de la encuesta a través de un cuestionario. El empleo de este método (sobre todo en combinación con esa técnica) tiene como una de sus características más sobresalientes: la investigación de una realidad social por medio de la obtención de información verbal de sujetos, a quienes se les trata como individuos fuera de su contexto social y de su realidad histórica.

El positivismo ha impulsado fuertemente el empirismo en la investigación social. El empirismo se caracteriza por el individualismo, la atomización de la sociedad y la incapacidad de captar las estructuras sociales, inclusive la explicación de los cambios sociales por la falta de perspectiva histórica; Lowy (1979, pp. 17 y 18), lanza la siguiente crítica al positivismo que, en lo que se refiere a la investigación social, se comparte en este estudio.

El error fundamental del positivismo es pues la incomprensión de la especificidad metodológica de las ciencias sociales en relación a las ciencias naturales, especificidad cuyas causas principales son:

  • El carácter histórico de los fenómenos sociales, transitorios, perecederos, susceptibles de ser transformados por la acción de los hombres.
  • La identidad parcial entre el sujeto y el objeto del conocimiento.
  • El hecho de que en los problemas sociales están en juego las miras antagónicas de las diferentes clases sociales.
  • Las implicaciones político-ideológicas de la teoría social: el conocimiento de la verdad puede tener consecuencias directas sobre la lucha de clases.
La pretensión de muchos sociólogos empiristas de abstenerse de juicios sobre la realidad social no solamente ha dado las pautas para investigaciones descriptivas con métodos parecidos a los empleados en las ciencias naturales. También ha impulsado trabajos que refuerzan el statu quo. Sin embargo, no se puede negar gran precisión en los datos cuantitativos.

El significado subjetivo de la dialéctica se refiere a la relación tensa entre el sujeto humano y la realidad objetiva (Bertels, p. 17).

Los neo-marxistas buscan la relación entre la objetividad y las experiencias subjetivas, como se puede percibir en los nuevos estudios de la alienación, en el sentido de experiencia humana, en los trabajos de Marcuse, Kolakowski y parcialmente también en el romanticismo de Bloch.

La misma diferencia metodológica se puede percibir entre los existencialistas (experiencia) y los analíticos (ej. Wittgenstein y sus reglas lógicas).

Es evidente que en la filosofía de las ciencias se encuentra una gran variedad de enfoques.

Retomamos el ejemplo del positivismo, siendo éste actualmente la tendencia central en la investigación social, que se opone al método fenomenológico.

Se le puede ilustrar a través de un representante del positivismo estricto, como Mario Bunge, quien expresa en toda su obra una fuerte preferencia por el método experimental: "El método científico, aplicado a la comprobación de afirmaciones informativas, se reduce al método experimental" (Bunge, 1977, p. 52).

Adriana Trujillo
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